lunes, 10 de enero de 2011

CUENTO ARCOÍRIS


BLANCO Y NEGRO Pedro Pablo Sacristan.

Hace mucho, muchísimo tiempo, cuando todo estaba empezando y hasta los planetas, las estrellas y casi todas las cosas antiguas eran tan pequeñas que iban al cole, había una clase especial que era la favorita de todos, porque era la más alegre.

Allí estudiaban revoltosos los colores, desde el Blanco al Negro, pasando por el Rojo, el Azul, el Amarillo y todos los demás, preparándose para ser unos colores estupendos cuando fueran mayores. Todos ellos eran, además de graciosos y alegres, muy traviesos, pero especialmente Blanco y Negro, que andaban tan ocupados con sus travesuras que casi siempre llegaban tarde a las clases.

Una mañana se montó un gran revuelo en el cielo. Las nubes habían comenzado a practicar sus lluvias, pero estuvieron lloviendo tanto tiempo, y crearon una tormenta tan terrible, que todos, absolutamente todos, quedaron deprimidos y entristecidos por tener tan poca luz, y ni siquiera el Sol cuando volvió a brillar consiguió alegrar al mundo.

La última solución era recurrir a los traviesos y juguetones colores, aunque fueran los más pequeños y pudieran no estar preparados, y fueron a buscarles a su clase urgentemente. Aún era temprano y como casi siempre Blanco y Negro aún no habían aparecido, pero no había tiempo para esperarles. Tenían que hacer algo rápidamente, así que salieron corriendo por el cielo para llegar hasta donde estaban las nubes, muy apenadas por lo ocurrido.

Y en su camino por el cielo, cada uno de los colores dejó un rastro brillante, y la combinación de todos ellos resultó tan espectacular y llamativa que la alegría y la sonrisa volvió a todos con fuerza, en medio de grandes aplausos. Y estuvieron encantados de ser nombrados oficialmente ayudantes del Sol, quien les rogó que a partir de entonces acudieran a ayudarle para alegrar a todos, formando su espectacular arcoíris cada vez que las nubes se excedieran con su lluvia.

Blanco y Negro llegaron a la clase poco después, y no encontraron a nadie. Todos felicitaron tanto a los demás colores por su alegre actuación, que ellos, los más divertidos y alegres, no se atrevieron a pedirles que les dejaran ser parte de su gran invento, y desde entonces se esforzaron por ser puntuales y responsables. Y lo hicieron tanto y tan bien, que ya no les importa no ser parte del arcoíris: ahora son los colores más serios y más importantes, y nadie puede hacer nada sin ellos.

Y Colorín Colorado



3 comentarios:

  1. ¡Que triste sería la vida sin color! Pero sin duda partimos del blanco y negro, si señora.
    Precioso cuento.
    Besos.

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  2. Me ha encantado el cuento del Arco Iris, la verdad es que si se deprime una cuando está el dia lluvioso y oscuro...aparte de que no se puede ver para hacer nada, se hace antes de noche y tampoco apetece andar por la calle...a no ser que no quede otro remedio. En Avila estaba hoy el día así...desde mediodia cuando vine para casa hasta esta noche cuando sali del curso que estoy haciendo y tambien llovía y ayer tambien estuvo así...mejor cuando sale el Sol ó el Arco Iris.
    Tambien me ha encantado el video del Balls de las Flores...
    Besitos Coloridos

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  3. Enhorabuena por el blog, el cuento es un recurso didáctico fantástico para llevar a cabo en el aula. Te facilito mi dirección de blog por si te interesa mi recurso didáctico de cuentos infantiles. Espero que te guste

    http://quincecuentosparacrecer.blogspot.com/

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