miércoles, 23 de marzo de 2011

CUENTO MILAGROSO


EL GRAN MILAGRO. Vilma Medina Zevallos. España

Un precioso y frondoso árbol nació un alegre y risueño gusanito llamado Nano, un habitante que dio mucho de qué hablar en el bosque. Y es que desde que nació, Nano siempre se ha portado distinto de los demás gusanos. Caminaba más despacio que una tortuga, tropezaba en casi todas las piedras que encontraba por delante, y cuando intentaba cambiar de hojas......¡qué desastre!....siempre se caía. Por esa razón, la colonia de los gusanos le llamaba el gusanito torpecillo.

A pesar de las burlas de sus compañeros, Nano mantenía siempre su buen humor. Y se divertía mucho con su torpeza. Pero un día, llegado el otoño, mientras Nano se daba un paseo por los alrededores, una gran nube cubrió rápidamente todo el cielo, y una gran tormenta se cayó. Nano, que no tuvo tiempo de llegar a su casa, intentó abrigarse en una hoja, pero de ella se resbaló y acabó cayéndose al suelo, haciéndose mucho daño. Se había roto una de sus patitas, y se había quedado cojo. Pobre gusanito... torpecillo y cojo.

Agarrado a una hoja, Nano empezó a llorar. Es que ya no podía jugar, ni irse de paseo, ni caminar... Pero, una noche, cuando Nano estaba casi dormido, una pequeña luz empezó a volar a su alrededor. Primero, pensó que sería una luciérnaga, pero la luz empezó a crecer y a crecer... y de repente, se transformó en un hada vestida de color verde. Nano, asustado, le preguntó: - Quién eres tú? Y le dijo la mujer: - Soy un hada y me llamo naturaleza. - ¿Y porque estás aquí?, preguntó Nano. - He venido para decirte que cuando llegue la primavera, ocurrirá un milagro que te hará sentir la criatura más feliz y libre del mundo. Explicó el hada. - Y ¿qué es un milagro?, continuó Nano.

Un milagro es algo ¡extraordinario, estupendo, magnífico!...... Explicó el hada y, enseguida desapareció.
El tiempo pasó y llegó el invierno. Pero Nano no ha dejado de pensar en lo que había dicho el hada. Ansioso por la llegada de la primavera, Nano contaba los días, y así se olvidaba de su problemita.
Con el frío, todos los gusanos empezaron, con un hilillo de seda que salía de sus bocas, a tejer el hilo alrededor de su cuerpo hasta formar un capullo, o sea, una casita en la que estarían encerrados y abrigados del frío, durante parte del invierno. Al cabo de algún tiempo, había llegado la primavera. El bosque se vistió de verde, las plantas de flores, y finalmente ocurrió lo que el hada había prometido... ¡El gran milagro!

Después de haber estado dormido en su capullo durante todo el invierno, Nano se despertó. Con el calor que hacía, el capullo se derritió y Nano finalmente pudo conocer el milagro. Nano no sólo se dio cuenta de que caminaba bien, sino que también tenía unas alas multicolores que se movían y le hacían volar.. Es que Nano había dejado de ser gusano y se había convertido en una mariposa feliz, y que ya no cojeaba.

Y Colorín Colorado



4 comentarios:

  1. Qué bello cuento! Muy tierno aparte =) Me encantó la parte final en la que se convierte en mariposa (feliz y colorida). Te mando un beso Tita!
    Que tengas un hermoso día!

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  2. un precioso cuento amiga y que seriamos sin esos magicos milagros de la vida!!!!

    gracias por compartir este bello cuento!!!!!

    te dejo un fuerte abrazo y que pases un hermoso dia amiga!!

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  3. ¡Que lindo cuento! Me recuerda a una película de dibujos que vió mi hijo mayor con tres años y cuando la oruguita se "murió" en el capullo...lloraba y lloraba, apenas se consoló cuando la vió salir mariposa.
    Je je...¡mi niño!
    Besitos.

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  4. Tita,nos dejas una belleza,nada más y nada menos que la transformación del vil gusano en mágica y etérea mariposa.
    Ojalá el ser humano se desprendiera de su maldad,soberbia y avaricia y elevara su espíritu,volando en aras de la paz y el amor.
    Mi felicitación y mi abrazo grande,amiga.
    M.JESÚS

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