NANO FELIZ EN EL CIELO.
Nano feliz y contento emprendió su viaje al cielo de repente, en medio de la fiesta de la vida, como dicen tuvo la muerte del justo y por eso se fue derechito al cielo, por supuesto llevaba los bolsillos llenos de polvitos mágicos de “pirlinpinpin”.
Se identificó a la entrada del cielo como el mago Fervel, además hizo una síntesis de su vida como obedece a ese momento, dijo: fui buen hijo, buen hermano, el mejor de los papás, incondicional amigo, sano, prudente, paciente, amoroso, buen chef, fui respetuoso, mejor dicho fui feliz.
Inmediatamente le expidieron su carnet V.I.P, visa de residente permanente del cielo, por su puesto en su carnet aparecía su lugar de origen Colombia, como oficio principal le asignaron “mago” y le encargaron alegrar las fiestas del cielo con su magia.
Ah, pero tuvo que pedir una dispensa especial, conservar sus polvitos de “pirlinpinpin”, porque están cargados de amor, mmmm…Hubo muchos cuchicheos, consejos, juntas, en fin… Porque a este lugar no se lleva nada, todo se deja en la tierra. Llamaron a Nano, para que expusiera sus motivos, era un caso único y entonces el Mago Fervel, sacó discretamente sus polvitos de “pirlinpinpin” y sopló para expandirlos por el cielo e inmediatamente, por arte de magia el cielo cobró un brillo más especial y el amor se propagó con su aroma de amor, claro está, entonces, sabios, santos, ángeles, querubines, serafines, empezaron hacerle barra al mago Fervel y sus polvitos de “pirlinpinpin”, mmm… Menuda y complicada decisión tenían en el cielo.
Después de mucho deliberar a solas, volvieron a llamar al Mago Fervel,
¡entonces te quedarás con los polvitos mágicos de “pirlinpinpin” aquí en el cielo!, dijo el porta voz celestial, pero eso sí, tenemos una condición, el mago quedó todo intrigado y de pronto un suave susurro le dijo: Nano mago feliz, los puedes conservar, pero eso sí, diariamente debes soplar tus polvitos de “pirlinpinpin” a la tierra, a tus hijos, a tu familia, a tus amigos, a tus vecinos, para que siempre estén alegres, sonrientes… El mago se quedó perplejo, su felicidad era total pues podía y debía responsabilizarse de la felicidad de sus seres queridos y sucedió que todos los que estaban en el cielo, le empezaron hacer muecas de amor y agradecimiento, los ángeles estaban maravillados, la música celestial no se hizo esperar.
Y desde hace tres meses gracias al Mago Fervel, el cielo se llenó de felicidad y el mago humildemente agradeció a Dios por su nueva vida y por supuesto, ¡hizo honores al protocolo celestial para recibir credenciales! Y renovó su compromiso de soplar todos los días sus polvitos mágicos de “pirlinpinpin”, es más, ¡supo que todos los que reciben su porción mágica están más felices!
Ahora se sabe que Nano el mago Fervel está feliz con su nuevo trabajo y sonriente diariamente cumple su tarea de alegrarnos la vida salpicándonos con sus los polvitos de “pirlinpinpin”, llenos de amor y dulzura…
Y Colorín Colorado…
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